junio 04, 2014

Los íberos practicaron el yoga hace más de 2000 años.


A menudo la arqueología ha buscado los primeros testimonios gráficos y artísticos que dieran fe de las más arcaicas prácticas de los textos sánscritos. Aunque la imagen del dios Shiva se repite en algunos hallazgos pertenecientes la prehistoria del valle del Indo, y concretamente durante el neolítico en Mohenjo-Daro, esto no es suficiente para demostrar una temprana expansión del Yoga.
Los primeros textos sūtra datan del S.III a.n.e, y éstos hubieron de pasar irremediablemente desde Cachemira hasta Mesopotamia, y de allí hasta el Occidente más sustancial para materializar su espíritu en roca.


Acróbata ibero de Osuna - 
Asana del escorpión. Ganda-bherundasana
Ciudad ibérica de Urso (Osuna. Sevilla). Relieve. Siglo II a.n.e.
Museo Arqueológico Nacional.


¿Como debió expandirse en época temprana el yoga hasta Occidente?

Fueron los fenicios, pueblo sincrético y sintetizador de las culturas orientales, quienes incorporaron el yoga a sus rituales y danzas en honor a la diosa Astarté y en su exilio hacia Occidente influyeron en las costumbres de Tartessos, la misteriosa civilización atlanto-mediterránea. Las bailarinas tartésicas, más tarde conocidas como bailarinas gaditanas (puellae gaditanae), fueron conocidas a lo largo del posterior imperio romano por sus danzas imposibles y eran más populares incluso que las bailarinas sirias.

Los textos clásicos aluden frecuentemente a ellas: "Animadas por el aplauso, las bailarinas gaditanas se agachan hasta tocar el suelo con sus trémulas nalgas."

Juvenal, Sátrias XI

Esto es lo que en danza viene a ser un cambré y que en nuestro acróbata de Osuna sería un cambré invertido.



El poeta celtíbero Marco Valerio Marcial menciona también como algunos hombres jóvenes imitan también la danza gaditana y sus gestos. En este relieve de la ciudad de Urso podemos comprobar como los turdetanos, los íberos herederos de la civilización de Tartessos, hacían uso de estos rituales. La Danza tartésica es un gran legado occidental  y por la misma razón la danza del vientre, que no es árabe, en contra de lo que piensa el vulgo, sino de origen sirio-fenicio,  siendo las mejores bailarinas de la antigua Roma de origen gaditano como Telethusa. Aunque ésta, ya será otra disertación.

¡Rewild it!

¡Rewild it!
Proyecto de resalvajización pleistocena de Dave Foreman, ex-fundador de Earth First (también participa en el proyecto Wildland Project como co-fundador)